En plena crisis económica Fernando Giner publica "El Debate", un libro que busca responder a la siguiente pregunta: ¿estamos preparados para competir en un nuevo orden mundial?

Uno de los puntos más interesantes del libro es el capítulo en el que abarca el llamado Top Ten del cambio. Unos puntos que invitan a reflexionar sobre cómo funciona nuestro modelo de mercadoy analizar los peligros que pueden acarrear ciertos excesos en su uso. Este es el Top Ten del cambio:

1. Sin confianza y equidad no hay economía de mercado: debemos acabar con la economía sumergida, en vez de castigar siempre a los grupos sociales recrudeciendo las cargas impositivas o alegando principios de progresividad fiscal.

2. Un euro en gasto público, al final, siempre requiere de un euro en impuestos: debemos evitar el despilfarro público, para no tener que recurrir cada vez más a la presión fiscal de aquellos trabajadores que mantienen esta sociedad del bienestar.

3. Siempre debe justificarse la rentabilidad de cualquier gasto público: el dinero público debe ser rentable, ya sea económica, social o medioambientalmente hablando. Es lo que los americanos llaman Smart Money (dinero inteligente).

4. Un euro prestado siempre deberá ser devuelto de alguna manera: debemos equilibrar la deuda que pedidos y la que podemos soportar.

5. La subvención a actividades ineficaces, siempre, atrasa el desarrollo: como generadores de negocio, debemos ser eficaces, buscando actividades competitivas y dejando a un lado las que no lo son. Debemos acabar con las subvenciones a sectores que, por su inadecuación al contexto socioeconómico actual, son incapaces de generar riqueza.

6. El precio de los productos nunca debe fijarse a partir del coste medio de fabricación, sino más bien según el valor del mercado y de los competidores.

7. Si sólo fabricamos lo que sabemos fabricar acabaremos cerrando la fábrica: debemos buscar nuevas actividades o formas de fabricar que demande el mercado y sean rentables.

8. Cuando una ayuda disuade el esfuerzo, ésta debe ser reconsiderada: debemos obtener el compromiso de la persona jurídica o física a la que ayudamos, de que no vuelva a necesitar ayudas en el futuro, evitando el Estado paternalista.

9. Hay desarrollo cuando emprendedores y científicos trabajan juntos, cuando hay cooperación.

10. Nos ha tocado vivir en una década de proceso de cambio: debemos admitir que el modelo actual de negocio ya no sirve.

Este es el debate: ¿cómo y dónde destinamos los recursos públicos? ¿Cómo justificamos las ayudas empresariales? ¿Cómo podemos diferenciar las ayudas sociales necesarias de los abusos del sistema? ¿Hasta dónde llega el estado del bienestar?

Para el autor, estamos ante una nueva revolución: la tecnológica. Las nuevas tecnologías se han colado en nuestras vidas de forma silenciosa, rápida y natural. Internet y globalización son dos realidades del s.XXI. Y ante este panorama "la apuesta estratégica es destinar esfuerzos y recursos hacia donde haya futuro". Según el autor, todo parece indicar que es la informática y la neurociencia, la informática y la biología, la informática y demás ciencias las que están en conexión, probando y errando, transformando el mundo poco a poco. Se tiene la creencia de que no hay vuelta atrás: estamos rompiendo con el pasado, adentrándonos en un proceso que desembocará durante los próximos treinta años en una nueva era.

A partir de aquí, Fernando Giner profundiza sobre las tendencias y dinámicas del proceso que estamos viviendo y cómo afrontar el siglo XXI.

Editoriales Romeu